COCKTAIL DE GAMBAS, AGUACATE Y PIÑA

Aquí os dejo una receta basada en una que solía hacer mi madre en ocasiones especiales, siendo habitual en las cenas de Nochebuena. Yo la suelo hacer con frecuencia porque está deliciosa y sé que es triunfo seguro cuando tengo invitados. A diferencia de cómo la hacía mi madre yo le añado surimi (ella la hacía solo con gambas, poniéndole más cantidad de éstas y, a veces, también agregaba unas hojas de lechuga), así que podéis hacerla de una forma o de otra.

Como anécdota curiosa, os diré que los aguacates que utilicé en la receta proceden de dos árboles (obtenidos a partir de la pepa de aguacate) que plantó mi padre hace muchos años en su finca, por aquello de "a ver si consigo que salgan adelante". El caso es que ahora estos árboles están altísimos y frondosos y, durante unos meses al año, la producción de aguacates nos desborda. 

Para hacer este cocktail he necesitado:

Ingredientes (para 6 personas)

- 300 gramos de gambas

- 3 aguacates medianos

- 450 gramos de piña en conserva (peso escurrido)

- 16 barritas de surimi

- 50 ml. de salsa de tomate

- 300 ml de mayonesa

- un chorrito de coñac (opcional)

- 1 hoja de laurel

- una pizca de sal

Elaboración:

Cocemos las gambas en abundante agua con sal y una hoja de laurel. Cuando estén listas, los escurrimos y reservamos. Una vez estén frías, las pelamos.

Las echamos en un bol (reservando algunos que utilizaremos para adornar el cocktail). Pelamos y troceamos el aguacate en dados y lo incorporamos a las gambas. Escurrimos bien la piña, la troceamos y la incorporamos a los ingredientes anteriores. Picamos las barritas de surimi y también las agregamos.

Para hacer la salsa (salsa rosa), en otro bol, echamos la mayonesa, le añadimos la salsa de tomate y el chorrito de coñac (aunque se puede hacer perfectamente sin añadírselo) y mezclamos bien. Debo deciros que con las cantidades de mayonesa y tomate que puse arriba, me salió bastante salsa. Como me sobró, la guardé en un bote de cristal en la nevera para utilizarla en otra ocasión. No  suelo dejarla más de dos días allí sin usarla, por si acaso se estropea. 

Para terminar la receta, agregamos la salsa al resto de los ingredientes y servimos en copas individuales, adornando con una cola de gamba en cada una. ¡Buen provecho!.