Hoy es viernes y toca postre y como los días empiezan a ser más cálidos, aunque aquí en Galicia la lluvia se resiste a abandonarnos, parece que apetece comer algo más fresquito y, a la hora de la elaboración, el cuerpo nos pide alejarnos de los postres elaborados en el horno.
Como todos sabréis, la panna cotta ("nata cocida") es un postre italiano, en concreto es típico de la región del Piamonte. Aunque se asemeja al flan, tiene un sabor más lácteo y una textura más parecida a la de la gelatina y, al contrario que el flan, no lleva huevo.
En su preparación se suelen usar leche, azúcar, nata y gelatina. Lo más frecuente es añadirle fresas, moras, incluso caramelo, vainilla..etc.
En este caso le he agregado yogur de café cremoso, junto con café y el resultado ha sido espectacular. Os puedo asegurar que, en casa, nos ha encantado.
Vayamos con la receta.
Ingredientes:
- 400 ml de nata
- 400 ml de leche (yo usé semidesnatada)
- 200 gramos de yogur de café cremoso
- 100 gramos de azúcar
- 6 cucharadas soperas de café
- 8 hojas de gelatina
Elaboración:
Hidratamos las hojas de gelatina poniéndolas en un bol de agua fría durante unos 15 minutos.
Mientras tanto, en un cazo ponemos la nata, junto con la leche, el azúcar y cocemos de 3 a 5 minutos. No debemos dejar que hierva. Retiramos del fuego.
Escurrimos bien la gelatina y se la agregamos, añadimos el café, que previamente habremos preparado, pues debe de estar frío y el yogur cremoso de café. Mezclamos bien todos los ingredientes y lo ponemos en vasos.
Dejamos reposar una hora a temperatura ambiente y después lo metemos en el frigorífico unas 4 ó 5 horas antes de comerlo, para que esté bien cuajado.
Os recomiendo que cojáis unas cucharas y os deleitéis con este delicioso postre.
¡Buen provecho!.
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