TRUFAS DE CHOCOLATE Y ALMEDRA

Esta vez vamos a elaborar una receta muy sencilla, con ingredientes fáciles de conseguir y con la que obtendremos un postre delicioso.

Ingredientes:

-      6 cucharadas soperas de leche condensada

-      10 bizcochos de soletilla

-      Una cucharadita de ron o coñac

-      Una cucharada sopera de café

-      120 grs. de chocolate para fundir

-      70-75 grs. de almendra picada

Elaboración:

Esta receta me la dio una amiga hace bastante tiempo y había probado a hacerla alguna vez, con muy buenos resultados. La receta original no lleva almendra, pero ya que tenía unas almendras picadas que estaban a punto de caducar,  decidí añadírselas, y lo cierto es que  a todos los que las probamos, nos encantó el resultado.

Para elaborar las trufas ponemos la leche condensada y el chocolate en un cazo a fuego lento, para que éste se vaya derritiendo poco a poco. Se le va añadiendo el café y el coñac y vamos removiendo hasta que el chocolate esté completamente derretido. Si a alguien le gusta mucho el sabor del café, no dudéis en añadirle un poco más del que os he indicado en los ingredientes.

Dado que las almendras picadas que yo tenía, eran crudas, las puse en una fuente bien extendidas y las metí en el horno unos 15-20 minutos a 170 grados, hasta que empezaron a coger un ligero color dorado. Después se retiran del horno y se dejan enfriar.

Mientras tanto, se desmenuzan los bizcochos de soletilla  en un bol. La textura debe ser como la de la siguiente imagen.

Una vez que tenemos todos el chocolate derretido y las almendras preparadas, volcamos en el bol donde tenemos los bizcochos y mezclamos bien hasta hacer un pasta homogénea.

Como suele quedar ligeramente blanda, la dejamos en el frigorífico un par de horas para que se endurezca y de este modo nos resulte más fácil la elaboración de las trufas.

Una vez que la mezcla nos resulte fácil de manejar y no se nos pegue a las manos, hacemos bolitas no demasiado grandes y las rebozamos con fideos de chocolate. Es una receta que os recomiendo, pues están deliciosas. Además se pueden conservar durante varios días en la nevera. Aquí os dejo una foto de cómo me han quedado.