Se trata de una salsa característica de las cocinas griega y turca, aunque en Oriente Medio también se utilizan salsas similares. Se trata de una salsa que se sirve fría y que resulta ideal para acompañar ensaladas, pero también se usa para aliñar kebabs y otros platos.
Su elaboración resulta muy sencilla y el ingrediente principal es el yogurt, eso sí, que sea de buena calidad. Yo he utilizado yogures griegos, porque son más cremosos.
Ingredientes
- Tres yogures griegos sin azúcar
- 4 hojas de menta picada
- 3 dientes de ajo machacados
- ½ pepino pequeño
- Zumo de ½ limón
- Sal
- 1 cucharadita de pimienta negra molida
- Un chorrito de aceite de oliva
Elaboración:
En primer echamos el yogur y removemos bien.
Cortamos la mitad de un pepino no muy grande. Lo lavamos, lo pelamos, lo escurrimos bien y lo rallamos. Se lo añadimos al yogur griego. Después pelamos los dientes de ajo y los picamos muy menudito para añadírselo a la salsa. Yo utilicé un picador manual de ajos, como el que se ve en la fotografía, para que quedaran en trocitos chiquitines.
Lavamos las hojas de menta, las escurrimos muy bien y, con ayuda de un cuchillo, las picamos en trocitos pequeñitos. Se los añadimos a la salsa.
Añadimos una pizca de sal, la cucharadita de pimienta negra, el zumo de medio limón y un poco de aceite de oliva y batimos todo muy bien. Reservamos en la nevera hasta el momento de servirla. ¡ Buen provecho! .
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